... El hombre está atado a la tierra por la ley de la personalidad. El Ego lo retiene ...
... Y por lo tanto, en la tierra el hombre pugna por alcanzar un ideal que contradice la naturaleza. Cuando el hombre ve que no ha vivido de acuerdo con el mandamiento que le impone alcanzar el ideal, que no a sacrificado su Ego a otras personas o a otro ser, sufre y llama pecado a esta condición. El hombre debe sufrir incesantemente, pero este sufrimiento está compensado por la alegría celestial que viene de esforzarse por atender el mandamiento a través del sacrificio. Este es el "equilibrio terrenal"; sin él, la vida carecería de sentido . . .
martes, 23 de marzo de 2010
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1 comentario:
certamente meu amigo!!
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