lunes, 10 de agosto de 2009

... Volví en mí rápidamente me acordé de todo en un segundo, sin esfuerzo, como si los recuerdos estuvieran esperando que me despertara para precipitarse sobre mí. Además, incluso cuando estaba aletargado, persistía en mi cerebro una idea fija de la que no podía librarme y sobre la cual giraban todos mis pensamientos. Pero me ocurrió algo extrañó: cuando desperté, todo lo que me había sucedido aquel día me pareció que había pasado en realidad hacía mucho tiempo, que había vivido aquellos hechos muchos años atrás...
...Prestó atencíon, esperó ... De pronto dio media vuelta y salió de la celda.
Bajó los escalones del pórtico sin detenerse. Su alma tenía sed de espacio de libertad.
Sobre su cabeza, la bóveda celeste se extendía hasta el infinito. Las estrellas parpadeaban.

La Vía Láctea destacaba con nitidez desde el cenit hasta el horizonte. La tierra estaba sumergida en la serenidad de la noche. Las torres blancas y las cúpulas doradas se recortaban en el zafiro del cielo. Alrededor de la casa, las magnificas flores de otoño se habían dormido para no despertar hasta el amanecer.
La calma de la tierra se confundía con la del cielo. El misterio terrestre confinaba con el de las estrellas.
De pronto, como segadas sus piernas por una hoz, cayó de rodillas...

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