Un temblor nervioso se había apoderado de el. Tenia un poco de fiebre. Sentía frió a pesar de que el calor era insoportable. Cediendo a una especie de necesidad interior e inconsciente, hizo un enorme esfuerzo para fijar su atención en las diversas cosas que veía, para librarse de sus pensamientos; pero el empeño fue inútil: a cada momento volvía a caer en el delirio. Estaba concentrado unos segundos, se estremecía, levantaba la cabeza y miraba a su alrededor sin poder recordad lo que estaba pensando hacia unos pocos segundos.
viernes, 13 de febrero de 2009
Un temblor nervioso se había apoderado de el. Tenia un poco de fiebre. Sentía frió a pesar de que el calor era insoportable. Cediendo a una especie de necesidad interior e inconsciente, hizo un enorme esfuerzo para fijar su atención en las diversas cosas que veía, para librarse de sus pensamientos; pero el empeño fue inútil: a cada momento volvía a caer en el delirio. Estaba concentrado unos segundos, se estremecía, levantaba la cabeza y miraba a su alrededor sin poder recordad lo que estaba pensando hacia unos pocos segundos.
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